¨A Costa da Morte¨ está marcada por leyendas y mitos desde principios de los tiempos, FinisTerrae o Finisterre suponía para los romanos el fin de la tierra, donde el sol se hundía. También fue un lugar de culto y veneración al sol por parte de los celtas. No fue un gallego el que acuño el nombre a esta zona, fue Annette Meaking, amiga de la Reina Victoria quien a finales del siglo XIX le dio esta denominación “Coast of Death”.
Su mar embravecido por los temporales y sus fondos rocosos, hicieron que los numerosos naufragios pasen a ser parte de su historia. El historiador Rafael Lema recoge en su catálogo de naufragios un total de 1800 barcos hundidos en Galicia de los cuales casi la mitad son en A Costa da Morte.
En sus fondos reposan todo tipos e embarcaciones, naves romanas, bergantines, galeones, veleros, pesqueros, submarinos, fragatas, mercantes y petroleros.
Rafael Lema hace referencia al “Nao Aragonés , embarcación que formaba la base de las flotas que aseguraban la navegación con las Indias a mitad del siglo XVIII, como del los primeros naufragios documentados. También la urca alemana de “Tideman Sticker” en 1378 y el barco irlandés del rey “Moulurg”, en 1455, fueron registrados en las inmediaciones del cabo Fisterra.
Fue entre finales del XIX y principio de XX, cuando se producen los naufragios más graves que afectaron principalmente a la flota inglesa con un gran número de víctimas. En 1870 en el hundimiento del “Captain” de la Royal Navyn fallecieron 487 tripulantes. En 1890 el buque escuela “Serpent” de la Marina Inglesa se hundió y se cobró 175 vidas, los cuerpos recuperados se enterraron en un lugar improvisado que hoy recibe el nombre de “El Cementerio de los Ingleses”.
Destacamos el accidente de “Cason” en 1987, donde fallecieron 23 personas todas extranjeras y convirtió a Fisterra en una gran morgue improvisada.
Son muchos los pesqueros que sufrieron las tempestades de A Costa da Morte, por ejemplo entre “ O Bonito “ de Fisterra en 1960 “O Bahía” en las Sisargas, pasaron 44 años, en el primero las víctimas fueron 11 dejando 30 huérfanos que fueron enviados a varios internados, por que las viudas carecían de medios. En el 2004 murieron 10 marineros, aquí la ayuda a las familias fue muy diferente, no se produce esa separación. Con el paso del tiempo también es diferente el comportamiento de la administración con las familias.
Podemos hablar del “Cordero”, el “Siempre Casina”, el “Beti Donosti”, “El Frank C”, “Os Tonechos”, “la Xana”, “El Panchito”, “El Zafir”,… y por desgracia no acaba aquí el número de barcos que tienen relación de una manera u otra con esta zona.
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