Puesta de sol desde la playa de Gures (vista de Fisterra)
La Costa da Morte, al igual que la mayoría del territorio gallego es famosa por gozar de gran cantidad de kilómetros cuadrados de territorio natural que no ha sido alterado por la acción del ser humano, o de ser así esta acción es mínima para facilitar accesos, vistas, etc. Gran parte de este territorio está formado por playas y pequeñas calas a las cuales sólo se puede acceder tras atravesar varios metros o incluso kilómetros de monte. Hablamos de playas de arena fina y blanca, en ocasiones salvajes, donde se respira el Océano Atlántico como en ningún lugar.
A continuación presentamos un recorrido de playas a través del litoral de la Costa da Morte que no dejará indiferente a nadie y que no tiene nada que envidiar a las famosas playas caribeñas que tanto idealizamos. ¿El único inconveniente? (Si lo quieres ver así) Que el agua está un poco fría.
1. Playa de Carnota
Esta playa goza del privilegio de ser la más famosa de todas las playas de la Costa da Morte, y es un título que merece, ya que se trata de la más extensa de todas y de una de las más vírgenes.
Situada en la costa de Carnota y con una extensión de 7 kilómetros este arenal es el más extenso de toda Galicia. Su forma de media luna y su acceso a través de una pasarela de madera que pasa sobre una laguna hacen que la belleza de esta playa sea incomparable.
Un dato a destacar es que a pesar de lo famosa que es esta playa, no hay ningún tipo de servicio en ella con el fin de mantener su virginidad y su apariencia salvaje.
2. Playa de A Langosteira
La playa Langosteira es la más famosa de las playas pertenecientes al municipio de Finisterre. Con una extensión de dos kilómetros, arena blanca y aguas cristalinas que parecen de ensueño esta playa es una de las más turísticas de la zona, y no es para menos, ya que es muy tranquila al no encontrarse en mar abierto y debido a su cercanía al pueblo podemos encontrar en ella bares, restaurantes, alquiler de pedaletas, etc.
En definitiva, una playa de visita obligatoria, sobre todo si viajas en familia.
3. Playa de Rostro
Cuando hablamos de Rostro hablamos de la que tal vez sea la playa más salvaje de toda la zona. Situada en Finisterre tras pasar por Nemiña nos encontramos con este arenal de casi dos kilómetros de extensión que es todo un regalo para los sentidos. Arena fina, ráfagas de viento marino y olas que en ocasiones no permiten que el baño sea seguro, esencia pura atlántica que no deja indiferente a nadie.
Además, como es una playa que se encuentra prácticamente en mar abierto, durante todo el año es víctima de grandes temporales y fuertes vientos, lo cual causa la formación de dunas que crean un paisaje magnífico.
Sin duda recomendamos esta playa para poder disfrutar de un buen paseo y de una de las mejores puestas de sol de toda la zona.
4. Playa de Mar de Fóra
Situada en Finisterre, Mar de Fóra es también otra de las playas más famosas de toda la Costa da Morte. Un arenal salvaje situado en mar abierto y rodeado por completo de espacios naturales que hacen de este un emplazamiento único para disfrutar de la puesta de sol.
Además, en las cercanías a la playa podemos encontrar un mirador desde el cual disfrutar de la vista completa de esta rodeados de vegetación.
5. Playa de Gures
Situada en Cee la playa de Gures destaca por tener las aguas más cristalinas de la zona y una arena blanca y fina. Con un acceso bastante peculiar y a través del cual no puede pasar cualquiera, esta playa nunca suele estar llena, además se encuentra fuera de la zona urbana, lo cual permite relajarse en la naturaleza por completo.
Una dato curioso es que cerca de la playa se encuentra una vieja ballenera abandonada que se puede observar desde uno de los aparcamientos, y que no es más que un vestigio del pasado ballenero de la zona.
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